13 noviembre 2007
DESPUES DE LA TORMENTA
Días después de la tormenta, Liz Paola de 6 años, corre vociferando, sorprendida y alegre, de un lado a otro de la calle y me grita: -Corre papi, corre, el cielo está pintado! Ven a ver corre!-, corriendo le sigo. Miro donde me señalaban Paola, Josué, Margaret y Coraima: Un hermoso arco iris. No hay fotos del bello fenómeno, pero más tarde no pude contenerme ante la caída de la noche.
Y luego de registrar los matices de los últimos rayos solares de esa joven noche, y la luces que bañaban la parte alta de la calle F aquí en Gualey, pensé en las víctimas de la tormenta, los fallecidos, desaparecidos y los desamparados refugiados, toda la gente que aún no pueden ni volverán a casa... como es la naturaleza, una veces benévola, otras ruda e inmisericorde. Pero aún así disfrutamos de cada espectáculo que se nos antojan sublimes, son el consuelo que nos regala: Ahora lo comparto!
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